22.1.12

Murió mi abuela
Una persona que me dio una infancia muy feliz. Que fue la
mejor abuela del que un niño puede pedir. Una persona que dio mucho y en sus últimos
días recibió muy poco.
Una persona que siempre defendió a la familia y que al final
de los días no la tuvo.
Ya es tarde para pedir perdón.
Quisiera recordarla hoy como la abuela de la infancia, la
que me llevaba el desayuno a la cama, la que me cantaba “la gallina turuleca”
al despertar. La de los mejores abrazos de oso y una de las personas que más
quise en el mundo.
Me siento triste, muy triste porque sé que pude darle mucho
mas amor del que le di y que estuvimos muy distanciadas los últimos tiempos.
Estoy triste porque es injusto, muy injusto que no haya vivido de otra manera
sus últimos años, recibiendo y disfrutando de una vida cómoda tan merecida.
Estoy triste, muy triste, porque no puedo creer que nunca
mas la voy a ver, besar y abrazar, porque no va a ver a mi bebe crecer ni
escucharla decir un “te quiero Abu”. Porque estoy segura que la hubiese querido
mucho mucho mucho.
Estoy tan triste.
Quisiera cerrar los ojos, llorar mucho y sentir un enorme
abrazo de oso de mi abuela.
Te amo abuela, y siento mucho que te hayas ido tan sola.
Siento mucho mucho no volver a verte.
Agradezco que Diosito te haya llevado entera y hermosa, sin
padecer por mucho tiempo.
Pero vos tenias que ser mi abuela para siempre.
Ahora ya no somos más tres Celirias, quedamos dos y espero
que tu nombre siga eternamente haciendo compañía a mí, a mi hija, mi nieta,
bisnieta, etc.
Hoy me llamo Celiria con más orgullo que nunca y lo veo
escrito gigante en el cielo.
No me dejes nunca, sé nuestro angelito y seguí cuidándome y mimándome
como lo hiciste de pequeña. Yo te abrazare cada noche en mi corazón y te
recordare por siempre.
Te amo abuela, como quisiera habértelo dicho todos los días.